ENGLISH

My first thoughts were, I have never been to a place where I have been received with so much love. I felt so welcome and loved on. I thought this was the most loving place that I have ever been. People don’t know me, but they just received me with open arms.

Karen took me around different places and I went to some touristy sites, and I went parasailing. But everywhere we went there was ministry. There was somebody who was hurting or somebody else who had issues, or somebody who felt sick. So, everyone that Karen encountered, she would pray for them. I thought wow, really everyday life, everyday things you do can be turned into a mission trip. 

One time when we were out in the barrios, the water truck came by to bring water for the poor. I wanted to bless the neighbor where we were with a barrel of water. I asked Grace, “Grace, how much is it for the water?” And she said it was x amount in pesos. I asked, “Well, how much is that?” She said, “That’s a dollar”. I said, “A dollar?! That’s all I’ve given?”… She said it’s not about the value of the money, it’s about what you’ve given. That was something that I learned from that trip. It’s not about the money. It was about the gift.

Every time I have gone, God has used it to teach me something.

SPANISH

Mis primeros pensamientos fueron, nunca he estado en un lugar donde me hayan recibido con tanto amor. Me sentí tan bienvenido y amado. Pensé que este era el lugar más amoroso en el que he estado. La gente no me conoce, pero me acaban de recibir con los brazos abiertos.

Karen me llevó por diferentes lugares y fui a algunos sitios turísticos, e hice parapente. Pero dondequiera que íbamos había ministerio. Había alguien que estaba lastimado o alguien más que tenía problemas, o alguien que se sentía enfermo. Entonces, todos los que Karen encontraba, oraba por ellos. Pensé wow, realmente la vida cotidiana, las cosas cotidianas que haces pueden convertirse en un viaje misionero.

Una vez, cuando estábamos en los barrios, pasó la camioneta de agua para llevar agua a los pobres. Quería bendecir al vecino en donde estábamos con un barril de agua.

Le pregunté a Grace: “Grace, ¿cuánto cuesta el agua?”. Y ella dijo que era x cantidad en pesos. Le pregunté: “Bueno, ¿cuánto es eso?” Ella dijo: “Eso es un dólar”. Dije: “¡¿Un dólar?! ¿Eso es todo lo que he dado?”… Ella dijo que no se trata del valor del dinero, se trata de lo que has dado. Eso fue algo que aprendí de ese viaje. No se trata de dinero. Se trataba del regalo.

Cada vez que he ido, Dios lo ha usado para enseñarme algo.

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